Junto con la formalización del cierre de Guantánamo en el plazo máximo de un año, que ya había sido anunciado el día anterior, el presidente de Estados Unidos firmó un segundo decreto en el que se encarga a los responsables de los departamentos afectados la elaboración de unas normas sobre "retención, detención, juicio, transferencia o liberación de detenidos" que se atengan a las exigencias básicas de las Convenciones de Ginebra.