Garabateando la memoria con algo más que tinta indeleble, la historia de este país ha castigado a contemporáneos y antepasados con tres guerras civiles. Y digo a contemporáneos y antepasados porque a pesar de que algunos intenten enterrar y casi negar que existieran, el carácter determinista de la historia hace que hechos pretéritos condicionen el devenir de las cosas, y estas lo siguen haciendo y de qué modo.