Esto es lo que reza una de las pancartas que con nítido tono de desgarro y desesperación, clama contra el cierre de las urgencias nocturnas en la atención primaria de Castilla-La Mancha. ¡Un recorte más! ¡Pero no un recorte cualquiera! la sanidad accesible al que tiene medios, y al que carece de ellos, una igualdad de trato, base del humanismo asistencial, de la que no todos los países gozan. Y un derecho constitucional. 22 millones de euros dan para 22 años de urgencias nocturnas en Castilla-La Mancha. Una vergüenza.