Susanna Maiolo, la joven italo-suiza de 25 años que ayer hizo caer al Papa al inicio de la Misa del Gallo para intentar abrazarle, ya intentó hacer lo mismo el año pasado sin éxito. Ahora, deberá enfrentarse a la justicia vaticana, aunque, como advirtió el portavoz de la Santa Sede, monseñor Federico Lombardi, en general ésta suele ser "benévola". Al parecer, según indicó Lombardi, la joven, con problemas psicológicos, ya había intentado el año pasado sin éxito llegar hasta el Pontífice.