«Ha sido lo más frustrante de la legislatura». Con esta frase, referida a la imposibilidad de haber aprobado el Plan Hidrológico Nacional, despachaba en 1996 el entonces director general de Obras Hidráulicas el balance de la gestión de José Borrell al frente del Ministerio de Obras Públicas en el último gobierno de Felipe González. [...] El Plan Borrell incluía las transferencias de agua entre cuencas. Incluso en su previsto trasvase del Ebro a Levante el volumen de agua a enviar, superaba al que fue aprobado durante el último gobierno del PP.