Este embrión de ratón que veis a la derecha de la imagen tiene ese aspecto gracias a una nueva solución de urea, que convierte el tejido en transparente sin distorsionar su forma. Tras incubar el tejido durante dos semanas en el Sca/e, los investigadores pudieron estudiar la fina estructura del cerebro en 3D con ayuda de los marcadores fluorescentes. Las imágenes revelaron las conexiones neuronales y los vasos sanguíneos profundos dentro del cerebro del embrión, a una nueva penetración hasta entonces desconocida (35mm).