El juzgado de lo Penal número 2 de Castelló albergó ayer un juicio rápido un tanto peculiar, no por el delito que se juzgaba-una estafa-, sino por el hecho de que el acusado declaró en chino-fue asistido de una intérprete-, así como por el procedimiento utilizado por aquél para delinquir. Esto es, según el fiscal, Ch. Q. utilizó euros tintados para obtener de forma ilícita premios de máquinas tragaperras. De hecho, el principal afectado, que declaró como testigo, manifestó que este caso ha sentado «un precedente en toda España»