Estas semanas se está poniendo en marcha uno de los proyectos con mayor relevancia para la ciudad de Zaragoza de las próximas décadas, con un enorme impacto en las actividades de nuestra vida diaria y en nuestro bolsillo. Desafortunadamente, este proyecto no ha surgido de una demanda popular mayoritaria, ni se ha decidido tras un amplio y profundo debate ciudadano. De hecho, según las encuestas elaboradas desde hace cinco años, la mayoría de ciudadanos no estamos a favor de este proyecto de tranvía. Pero no se nos ha escuchado.