Aitana´, acusado de 14 muertes, creyó que unos turistas eran gendarmes.Un pastor ayudó al menor en el Pirineo francés y la policía interrogó a la madre.La rocambolesca historia empezó con la petición de socorro del hijo a un pastor en un monte francés cercano a El Portalet, en el Pirineo oscense.El muchacho explicó que había estado en el Pirineo con un acompañante adulto al que no identificó. Aitona se había ido al ver a un grupo de excursionistas, por temor a que fueran policías.El etarra indicó al chaval qué camino debía seguir pero se perdió