Érase una vez una chica llamada Marie-Fortunée Capelle, más conocida en las páginas de la historia como Marie Lafarge, por su apellido de casada. Nacida en Francia allá por el año 1816, es recordada por ser la protagonista de uno de los primeros casos de supuesto asesinato en el que la toxicología determinó el veredicto final del juicio, que tuvo lugar en 1840. El asunto tuvo tanto eco que los periódicos de medio mundo siguieron su desarrollo con pasión y, en muchas ocaciones, posicionándose a favor o en contra de la acusada, con mucha ...