En 1987 la empresa Epyx diseñó lo que se convertiría en la primer consola portátil equipada con una pantalla color de la historia. Sin embargo, no comercializó su invento, sino que se lo vendio a Atari. Conocida como Atari Lynx, era un equipo impulsado por un microprocesador de 8 bits y un subsistema gráfico de 16 bits, capaz de hacer cosas que ni siquiera un Sega Megadrive podía hacer. Sin embargo, algunos errores de marketing sumados a la poca autonomía que tenía la maquina la convirtieron en un fracaso. Esta es su historia...