El viceprimer ministro y ministro de Finanzas belga, el liberal Didier Reynders, no excluye, al igual que hiciera ayer el presidente francés Nicolas Sarkozy, un boicot de los Juegos Olímpicos de Pekín por los incidentes en el Tíbet, según ha declarado en una entrevista con el diario "Le Soir". Reynders, que estuvo en Tíbet durante una visita oficial en 2006, comparte la opinión del Gobierno belga de que "un boicot no es una buena solución", pero advierte de que "nunca se puede descartar lo peor".