Aunque buscan la confidencialidad y la mayor discreción posible, se había filtrado casi todo de la reunión que el Club de los más poderosos del planeta, los Bilderberg, celebraron hace dos semanas en Sitges. Se supo, por ejemplo, y con mucha semanas de antelación el lugar elegido, el exclusivo hotel Dolce, convertido en un auténtico búnker durante los cuatro días del cónclave, y hasta la lista de los selectos invitados, poco más de un centenar. Pero faltaba la prueba irrefutable de lo acontecido, las imágenes y fotografías que dan fe...