Estoy dolido, tocado, con la sensación de haber perdido algo, un algo que se que nunca tuve, la ilusión de que el campeonato volviera un año más a Ferrari, la ilusión de ver a Massa sonreír y a Hamilton llorar. La vida da golpes, unas veces más y otras veces menos duros, Massa y todos los Ferraristas hemos recibido hoy uno muy grande. Nos sentíamos campeones, un año más campeones del mundo, y teníamos la esperanza de volver a tener a Hamilton destrozado, por que arriba hay alguien que todo lo ve y debe hacer pagar.