Cuando un grupo de peces alcanza una densidad de población crítica, se desata una especie de reacción en cadena que resulta en movimientos sincronizados de millones de individuos en una amplia zona. Este movimiento, señalan, se asemeja a la ola que realizan los asistentes a un estadio deportivo y puede extender los bancos hasta 40 kilómetros a lo largo del océano. "Hasta donde sabemos, es la primera vez que se cuantifica este comportamiento en la naturaleza y en un ecosistema tan grande", explica Nicholas C. Makris, director del trabajo.