El ultraderechista Emilio Hellín, condenado por el asesinato de Yolanda González en 1980, colaboró con la Guardia Civil a través de 15 contratos por los que llegó a facturar un total de 140.000 euros entre los años 2006 y 2011. Es una anomalía inaceptable que este asesino confeso se dedique ahora a dar cursos de formación a las distintas policías del Estado. No olvidemos que Hellín se había fugado de la cárcel en dos ocasiones y que, a pesar de ello, obtuvo beneficios penitenciarios y no cumplió la condena que le correspondía.