La lengua española es muy machista y sería conveniente reformarla, actualizarla y modificarla para adaptarla a este siglo y que las mujeres no sean excluidas constantemente de la terminología empleada. Para dar algunos ejemplos: cuando hablamos de los progenitores de un niño o una niña decimos los padres, quedando excluidas las madres. Esto no sucede en otros idiomas como el inglés, en el que existe el término parents que incluye tanto a la madre como al padre, así como en el alemán donde tenemos la palabra Eltern...