Tomemos como ejemplo Madrid Espacios y Congresos (MEyC) que gestiona el Madrid Arena (también el Palacio Municipal de Congresos, que igualmente acaba de ser clausurado por Botella, y la Caja Mágica, un capricho de Gallardón, hoy infrautilizado. La sociedad, 100% municipal, arrastra una deuda que a finales de año rondará los 350 millones, con unos gastos de personal de 5,3 para una plantilla de 93 personas, de los cuales 17 son directivos, siete de ellos de “alta dirección” que se embolsan 600.000 euros, a razón de 85.000 por cabeza.