Posiblemente es la primera vez que me he alegrado de ser un completo ignorante. Me explico: acabo de llegar a Atenas, donde, como la mayoría ya habréis visto en los medios de comunicación, la situación está bastante tensa. Yo, por suerte, estando en Barcelona no vi ningún telediario, ni escuché ningún noticiario en la radio, ni mucho menos leí los artículos de la enviada especial de El País