Ante este drama social de excepción, de terribles consecuencias humanas, sociales y políticas, es necesario, además de insistir en las alternativas programáticas ante la crisis, banca pública, reparto de la riqueza y del trabajo, defensa de lo público, recuperación de los instrumentos de soberanía económica, moratoria y restructuración de la deuda externa, cambio radical del modelo económico y social, proceso constituyente, etc., adoptar medidas de URGENCIA