Unas 15.000 mujeres, el 30% del total de población empleada en el sector turístico andaluz, trabajan haciendo camas, limpiando baños y sacándole brillo a las habitaciones hoteleras por las que el cliente paga de media unos 75 euros, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Cerca de la mitad de esa cifra pacede condiciones laborales precarias. Los sindicatos denuncian que, a medida que se van jubilando las que tienen buenas condiciones, son sustituidas por otras personas contratadas imponiéndoles menos derechos laborales.