Un profesional de la gran Banca extranjera me telefoneó para decirme que en una reestructuración que a nivel mundial ‘su’ banco había realizado, él había sido ‘eliminado’. Me chocó, la verdad. Superlicenciado, supermaster, superexperimentado, supervalorado, superremunerado, y ‘eliminado’ junto a varios otros miles de supers como él. Me chocó porque, en principio, era imposible (?) que eso le pudiese suceder a alguien como él. Con su pareja, ya estaban redefiniendo su estructura de gastos.