Todos los días, el profesor de matemáticas y coordinador de disciplina del colegio El Escorial, Diego Alejandro Gutiérrez, llegaba a dictar sus clases normalmente, como lo había hecho durante siete años. Por alguna extraña razón, solía combinar su materia con charlas acerca de la antigua Grecia, para justificar que la desnudez y la homosexualidad eran normales desde aquella época. Pero mientras elucubraba sobre el tema, su mente perversa iba seleccionando entre sus estudiantes a los que mostraban interés en la charla y aquellos que, a su...