Argentina, 1976, la dictadura militar desata una sangrienta represión. En dicho contexto, el obispo emérito de San Luis, monseñor Juan Rodolfo Laise, "le pidió al máximo responsable militar de la provincia que se secuestrara a un sacerdote que había dejado los hábitos. Como el coronel se negó, el obispo prohibió a los curas locales que le casaran a la hija. Una historia impune..." que ahora surge a la luz a raíz de las investigaciones propiciadas tras la abolición de las leyes de punto final.