El South Stream es un proyecto de gasoducto iniciado por los rusos con el fín de suministrar gas a Europa, pasando por el Mar Negro, Bulgaria, Serbia, Hungría, Eslovenia e Italia. De este último país son bien conocidas las excelentes relaciones personales entre Putin y Berlusconi. El flujo gasístico ruso podría así soslayar a Ucrania, cuyas relaciones con Moscú están sujetas a tensiones casi permanentes. Por otra parte, existe el proyecto estadounidense de gasoducto Nabucco que evitaría Serbia pasando por Rumanía y se dirigiría hacia Austria.