La fragmentación del proceso de trabajo y su consecuencia: la subcontratación de otras empresas para cumplir determinadas actividades propias del mismo: mantenimiento, limpieza, transporte, vigilancia, etc., determina que gran cantidad de trabajadores son ocupados en tareas propias del convenio principal a cambio de retribuciones y condiciones de trabajo inferiores a las que regula el convenio colectivo aplicable a la actividad. De esta forma, las empresas lesionan el principio de “igual remuneración por igual tarea.