En Nepal, donde la media de hijos por mujer es de 3,1 niños, Shanta Maya Nepali ha sido madre 25 veces, aunque si pudiera hacer retroceder las agujas del reloj, este paradigma de la fertilidad asegura que no tendría ni un solo vástago. "He vivido una vida llena de sufrimiento. Sólo yo sé cuánto dolor he tenido que soportar", dice Shanta, de 56 años, que dio a luz siempre en su casa en una aldea del distrito central de Dhading, sin asistencia alguna y sólo ha visto sobrevivir a siete de sus descendientes.