La Policía, detuvo a J. S. N. cuando se encontraba sentado en un bar de Alcalá de Guadaíra teniendo a su vista dos furgonetas aparcadas frente a su domicilio. Una de las furgonetas tenía un aspecto normal, pero la segunda, que presentaba "un notable estado de suciedad, falta de uso y era accesible sin necesidad de llaves", tenía escondido 18 bolsas de droga. La Audiencia Provincial de Sevilla ha absuelto por falta de pruebas de que fuese dueño de la cocaína encontrada en su furgoneta, que estaba "sucia, abandonada y abierta en plena calle".