Boris Johnson puede ser derrotado. Aquí es desde donde comenzamos. Todo lo demás es secundario. Y la prórroga del Parlamento, calculada tal como es, sigue siendo la apuesta de un hombre y una administración con pocas cartas por jugar. Pero si queremos vencer a Boris Johnson, necesitamos saber cómo intervenir en la actual crisis política, constitucional y, detrás de todo, social de la que él es producto y productor continuo...