Lo que no es lógico es exigir que los deportistas hagan gestas y grandes marcas comiendo lentejas y pasta con un poquito de fruta por las noches y un Actimel. ¿De verdad hay alguien que piensa que en la alta competición no hay ayudas exógenas para rendir más? Pues nada, sigamos con la venda mojigata sobre los ojos y saquemos la guadaña de lo irreal para rebañar pescuezos como el de Marion Jones. Sigamos sin ser conscientes de que algo hay que cambiar: o la moral, o la ética, o la legislación o las expectativas.