Un vídeo sorprendente. Imaginemos que un fluido respondiera a fuerzas magnéticas y que éstas pudieran plantarle cara a la gravedad. Imaginemos ahora que, no contentos con este fenómeno, le añadimos unas torres en espiral y un sistema que nos permita variar el campo magnético según la música... Efectivamente, estamos hablando de los famosos ferrofluidos, liquídos polarizables que contienen en suspensión párticulas ferromagnéticas. Por cierto, esas esculturas reciben el nombre de Morpho Towers.