Puede que sea el fin o puede que sea solo un cambio. El caso es que las tornas se han invertido. Hace 10 años los grandes supermercados de la cultura se comían el mundo. Hoy se desvanecen, barridos por la marea digital. En la capital de Estados Unidos, Washington, ha cerrado la única librería que hay cerca de la Casa Blanca, de la cadena Border's . Dentro de poco sucederá lo mismo con Barnes & Noble de Nueva York. En la era de Internet, las grandes cadenas de consumo cultural, que amenazaban con homogeneizar el mundo, son cosa del pasado.