El año 2006 ha traído consigo pérdidas millonarias para un sector, el hostelero, que todavía hoy intenta interpretar la norma estatal y los decretos propios de cada comunidad. La ambigüedad del texto ha dejado la puerta abierta a la confrontación política, a los perjuicios económicos y, lo más grave, a que el fumador siga fumando.