Europa! ha sido, y aún es hoy, el grito que en muchas gargantas y en casi todas las esquinas del continente ha expresado, y aún expresa, la esperanza de salvación, la esperanza de superación de los problemas internos -políticos, económicos y sociales- de los Estados. Ahora, paradójicamente, la crisis económica parece que ha invertido la situación y muchos creen ver en Europa, no la salvación, sino el problema....