Uno de los misterios más famosos del arte es el de la sonrisa de la Mona Lisa. Pintada por Leonardo da Vinci en el siglo XVI, el rostro de la Gioconda a veces parece radiante y otras veces serio o cínico, lo que ha traído de cabeza durante siglos a los especialistas. Ahora, científicos del Instituto de Neurociencias de Alicante, podrían haber desvelado el misterio: al mirar esta obra de arte, nuestros ojos envían señales mezcladas al cerebro, que las interpreta de forma distinta cada vez...