Un médico de urgencias en mi taxi me cuenta que ahora, entre los chavales, está de moda introducirse tampones mojados en vodka o ginebra por el orto (ellos) o la vagina (ellas). De este modo los efectos del alcohol son más fuertes e inmediatos, y por supuesto es mucho más barato emborracharse. Y también más peligroso, me advierte. De hecho, ya ha tenido que atender a no pocos chavales con desgarros, infecciones y hasta comas etílicos. A la vista de estas prácticas podríamos pensar que los chavales de hoy en día son directamente gilipollas ...