Tras el archivo del caso de los espías, en el PP de Madrid quieren ver rodar cabezas. El consejero de Presidencia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, sobre quien recaían todos los focos de atención, respira aliviado y satisfecho tras la decisión judicial. Nada más conocer la noticia pidió a los denunciantes una rectificación. A los dos diputados autonómicos, Alfredo Prada y Carmen Rodríguez Flores, les exigió que dejaran sus escaños y al vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, que pidiera perdón a los funcionarios implicados.