"Tenemos un primer frente que nos presenta a Tolkien como un fervoroso católico y hasta una especie de teólogo (...). En el frente opuesto, están los heterodoxos, los que buscan algún significado ocultista en las obras de Tolkien (...). Y en un tercer frente situado más allá, mucho más allá… de la cordura, tenemos a un señor llamado Dirk vander Ploeg, quien asegura (...) que Tolkien, sencillamente, estaba relatando hechos prehistóricos que de algún modo conoció".