El PP de Córdoba estudia sancionar a los dueños de los perros que no recogen las cacas analizando el ADN de las heces. Un laboratorio lleno de cacas de perro, un químico analizando su ADN, agentes y veterinarios censando a más de 68.000 canes, una nueva ordenanza animal y policías locales persiguiendo a los que infringen la Ley. Aunque parezca una investigación criminal, es sólo un sistema que el PP de Córdoba estudia implantar en la ciudad para que las calles estén limpias, pero no de delincuentes sino de heces caninas.