Una historia que demuestra que, en ocasiones, las dos Españas fueron las que se ensañaron con sus ciudadanos y que nadie escapo a la represión de uno u otro bando e incluso, en ocasiones, de los dos bandos. El historiador Andreu Mayayo descubre que el miembro del PSUC, el abogado que defendió a más presos políticos ante el Tribunal de Orden Público, fue condenado a muerte tanto por la República como por la dictadura franquista.