La fachada de la catedral de la Almudena, en Madrid, situada frente al palacio real, presenta dos grandes elementos decorativos: las esculturas en piedra de los escudos de armas, uno del anterior pontífice y otro del rey. Hasta ahí, todo 'normal' -exceptuando la bofetada al laicismo, incompatible con la democracia-, pero lo peor no es eso: si nos fijamos en los detalles, el escudo del rey de España incluye un yugo y unas flechas (símbolos falangistas que hacen referencia a la persona que le designó como sucesor, el 26 de julio de 1947).