"Es el mapa de los Países Catalanes, los únicos que pagan la España que les domina y define como parte de esa nación, cuando en realidad les trata como una posesión a drenar. El resultado después de la solidaridad, nombre curioso que da el ladrón a su robo, es que Catalunya tiene un PIB a penas superior a la media, y tiene ya menos profesores, aulas y ordenadores por alumno, y menos plazas hospitalarias y personal sanitario que la media del Estado".