El 15 de julio, 18 ministros de asuntos exteriores árabes se reunieron en El Cairo, y el ministro saudí calificó los ataques de Hezbolá de "inesperados, inapropiados e irresponsables". También afirmó que "estos actos retrotraen a la región a diez años atrás, y simplemente no podemos aceptarlos". Sus palabras fueron apoyadas por Egipto, Jordania, Kuwait, Los Emiratos Árabes Unidos, Bahrain e incluso la Autoridad Palestina.