Yo no tengo el poder de volar, tampoco de cantar en la ducha, puesto que a veces, canto mejor fuera que dentro de la misma, y mucho menos de conectar con la mejor amiga de las fieras y los propios humanos; la música. Pero... ¿tan importante es tener presente que existe? Si me siento a reflexionar, cada minuto, cada instante que me he colocado los auriculares, con miedo voy de que me vuelva a invadir el silencio, porque es como si conquistara mi mente de forma acosadora y muy poco acogedora, a veces, lo necesito, pero en momentos muy puntuales.