C&P El nuevo texto, que sustituye a la normativa de 1988, aumenta la exigencia de aislamiento de 42 a 50 decibelios en el ruido aéreo, que es el que supone oír las voces del piso contiguo. La normativa establece una nueva forma de medición, ya que el ruido no se medirá en laboratorio sino en la propia vivienda. Además, las exigencias de insonorización frente al ruido exterior "dependerán de la zona en la que se ubique la casa para garantizar los mismos niveles de silencio a todos los ciudadanos Relacionada
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