Con la aprobación hoy del anteproyecto de reforma del Código Penal, el Gobierno abre el camino a la modificación penal más ambiciosa desde la acometida en 1995, con el principal objetivo de no dejar "resquicios a la impunidad", en palabras de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega. Medidas como la libertad vigilada de hasta 20 años para violadores, pederastas y terroristas reincidentes, o la no prescripción de los delitos de terrorismo lanzan ese mensaje claro a los violentos, según ha dicho De la Vega en la rueda de prensa ...