“Que este tribunal prevenga el crimen del silencio”. Con esta frase, Bertrand Russell, premio Nobel de Literatura, definía el espíritu y el objetivo del Tribunal Internacional de Crímenes de Guerra constituido en 1966 para investigar crímenes cometidos por EEUU en Vietnam y juzgarlos de acuerdo con la legislación internacional. Cuarenta años después, el Tribunal Russell, apoyado por José Saramago, Eduardo Galeano o Noam Chomsky, proseguirá en Londres, Nueva York y Sudáfrica con el juicio a Israel y sus cómplices.