Artículo en inglés que desarrolla la idea que, en el fatídico 11-S, los blogs alcanzaron su mayoría de edad. En esas horas la gente necesitaba, además de ver las imágenes apocalípticas por televisión o buscar en Google (
www.firstmonday.dk/issues/issue6_10/wiggins/), poner en común sus sentimientos personales, relatar sus historias y compartir sus testimonios con el resto del mundo. Hasta ese momento, tener un blog era algo freak; a partir de entonces se vió realmente la fuerza que tenían para canalizar la famosa
conversación.