Los políticos que presuntamente formaban parte de la trama desarticulada en la 'operación Púnica', entre los que se encontraba el exsecretario general del Partido Popular (PP) de Madrid Francisco Granados, cobraban supuestamente comisiones de hasta el dos y el tres por ciento de cada contrato, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
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etiquetas: operación punica , corrupción , granados
Y eso que a los catalanes les tienen ganas por catalanes!
www.lavanguardia.com/politica/20130919/54386770858/esperanza-aguirre-e
A mi me tienen dicho, que hasta el 5%, o algo así...
No viene al caso, pero es que son ya tantas noticias de corrupción que he quedado sin nada mejor que decir.
A partir de ahi, los politicos (como buenas ratas amantes del dinero y los bajos vicios) aprenden y dicen uy que facil, esto es un chollo. Posteriormente, enseñan a sus vastagos (Creando familias tipo Fabra) y cierran la puerta para que nadie mas pueda coger el chollo; creandose a su vez el sistema de "castas".
Un tiempo despues, la marca España es creada
Y la sartén por el mango, por supuesto, la tiene el poder económico, desde el pequeño cacique local hasta la gran transnacional.
Las autoridades tienen el monopolio de la fuerza coactiva. Son los únicos capaces de perjudicar con inspecciones arbitrarias, denegaciones de licencias, ayudas o licitaciones, y otros tipos de chantaje. Un empresario no puede comprar favores que un funcionario no busque vender.
Si fuera al revés, no habría fuga de capitales, ni deslocalización, ni España estaría en uno de los últimos puestos del mundo en legislaciones hostiles a la función empresarial. Como dicen en América Latina respecto a la burocracia: "crean dificultades para vender facilidades".
c/c #14 #16
¿¿¿Pero tú en qué mundo vives, amigo???
El dinero te permite comprar esa "fuerza" de que hablas. Te permite torcer voluntades, poseer medios de comunicación, realizar campañas mediáticas, contratar los servicios de expertos sociólogos, comprar a los políticos, financiar guerras y conflictos en caso necesario. El dinero te permite tejer redes clientelares a tu alrededor, ubicar a tus parientes, amigos o gente de confianza en los puestos de poder, financiar a unas fuerzas políticas u organizar operaciones financieras para arruinar a otras. El dinero permite que tu político apesebrado disponga de millones de euros para su campaña electoral, mientras su oponente tira con los eurillos de la gente sencilla. El poder financiero te permite arruinar a naciones enteras si no siguen tus dictados. Eso es el poder. Lo de los políticos, generalmente, es un empleo a tu servicio.
Siempre que venga un funcionario a joderte con una inspección arbitraria y malintencionada, cuenta con que detrás de él (y del político que le manda) tienes a un competidor con más dinero y contactos que tú. El libre mercado no existe. En cuanto yo tenga un euro más que tú, lo voy a emplear para torcer las reglas hasta expulsarte del mercado. Y viceversa.
Y lo de millonarios que pagan guerras o arruinan países suena a teoría de la conspiración.
Poder económico, político, judicial y militar/policial han ido siempre juntos. Precisamente el intento de las democracias modernas consiste en intentar separarlos un poco. No siempre con éxito, como podemos ver a menudo. En el mundo actual, la influencia de los grandes poderes económicos globales (es decir, sus inversores y gestores) es muchísimo mayor que la de ningún político del mundo, con enorme diferencia. Y su objetivo es el mismo de siempre: enriquecerse al máximo, a costa de todo y todos los demás.
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A tu edición: ¿para qué crees que se hacen las guerras o los golpes de estado (abiertos o camuflados vía propiedad de medios de comunicación y grupos empresariales)? ¿Por hobby?
Por lo demás, centrarse en las "figuras" que publicita Forbes y compañía es un error. Es simple personalismo y venta de "figuras de éxito", con una especial preferencia por los self-made men. Pero el verdadero dinero está en los fondos de inversión, y especialmente en los más opacos. Por ejemplo, ¿no te llama la atención que en la lista de Forbes sólo aparezcan dos jeques árabes, con fortunas declaradas bastante ridículas en comparación, y ninguno de ellos kuwaití, dubaití o qatarí? ¿O que sólo aparezcan dos japoneses de relumbrón, en un país lleno de zaibatsus y keiretsus que mueven cifras fabulosas? Pues como eso, todo. En Forbes sólo sale quien quiere salir y a los dueños de Forbes le parece bien.
Y no, no estaba hablando sólo de fondos de pensiones, sino también y sobre todo de fondos opacos de inversión, negociados en paquetes dispersos a través de tramas de bancos y corporaciones financieras globales. Ahí es donde está el verdadero dinero.
Eres muy libre de preferir pensar lo que quieras, por supuesto. Pero permíteme considerarte un inocente, sin afán alguno de ofender, si crees que esa gente no utiliza su dinero para moldear la realidad a su conveniencia. Perder un poco de dinero hoy "desinvirtiendo" en un lugar molesto aunque pudiera dejar beneficios o "invirtiendo a pérdida" en alguien más favorable puede ser una excelente inversión de futuro. Y de hecho, lo es, y lo hacen constantemente.
La propiedad de grandes grupos mediáticos con los que pueden influir sobre enormes masas de población global completa el círculo del poder económico. El político no es más que un empleado, y si alguno se sale del papel, es hundido rápidamente.
Ojalá tuviera tiempo para contestar a todo. En fin, todo me parece muy supersticioso y no veo que nada de eso se acerque a la realidad. Es una teoría perfecta para que el poder político pueda echar siempre la culpa a otros.
¿¿¿Tú has oído hablar de la crisis del '73???
Negar que en el mundo presente el poder económico ha desplazado cualquier reminiscencia de poder político independiente salvo por tres o cuatro lugares se me hace tan absurdo que de verdad que no sé cómo puedes tragártelo, hombre. Además, viviendo en una época en la que hemos visto a los grandes poderes financieros actuando descaradamente y sin ocultación alguna para salvar el culo en la presente crisis... porque antes todavía disimulaban un poco, pero ahora ya ni eso.
Negar que en el mundo presente el poder político ha desplazado cualquier reminiscencia de poder de la sociedad civil salvo por tres o cuatro lugares se me hace tan absurdo que de verdad que no sé cómo puedes tragártelo, hombre. Además, viviendo en una época en la que hemos visto al poder político actuando descaradamente y sin ocultación alguna para salvar el culo en la presente crisis... porque antes todavía disimulaban un poco, pero ahora ya ni eso.
Es que te puedo decir lo mismo.
No, no te estaba diciendo eso. Te estaba poniendo a los grupos petroleros del Golfo Pérsico o los grandes inversores de los zaibatsu y keiretsu japoneses como ejemplos de fondos de inversión monumentales con inmenso poder político global que jamás verás en una lista de Forbes. Y no son ni siquiera los más grandes.
Negar que en el mundo presente el poder político ha desplazado cualquier reminiscencia de poder de la sociedad civil salvo por tres o cuatro lugares se me hace tan absurdo que de verdad que no sé cómo puedes tragártelo, hombre. Además, viviendo en una época en la que hemos visto al poder político actuando descaradamente y sin ocultación alguna para salvar el culo en la presente crisis... porque antes todavía disimulaban un poco, pero ahora ya ni eso.
Claro, seguro que los políticos están encantados de perder elecciones en numerosos países por seguir los dictados del poder económico, sus verdaderos jefes, en contra de los intereses de su propio electorado.
En serio, plantéatelo del siguiente modo: si tú fueses el propietario de una de esas gigantescas fortunas, ¿no la usarías para torcer las reglas del juego tanto como fuese posible para asegurar tu supervivencia y tus beneficios futuros?
La gran debilidad del liberalismo es que es tan idealista como el comunismo o el anarquismo: supone que todo el mundo se va a "portar bien" y seguir las reglas del juego de un buen homo oeconomicus. Bien, tengo una noticia para ti: no lo hacemos. Los seres humanos tendemos a usar todos los trucos sucios del manual para echar a patadas a cualquiera que pudiese hacernos sombra. El primero de todos ellos, usar el poder de nuestro dinero para destruir o desplazar a cualquiera que nos moleste.
Y no, si fuera supermillonario me dedicaria a vivir la vida. Hay que pensar muy mal para deducir que si te toca la loto vas a usar tu dinero para joder a la gente.
Por cierto, lo de la bondad es al revés. Me parece que es en el comunismo donde se considera el buen comportamiento y, por tanto, se le da todo el poder al líder. Y creo que es en el liberalismo donde se dice lo contrario y, por tanto, debe haber separación de poderes y los políticos deben estar limitados y la economía subordinada al consumidor. Creo, porque supongo que soy muy inocente.
No, no te dedicarías a simplemente vivir la vida (a menos que decidas jubilarte joven.) Te dedicarías a concentrar más dinero y poder para seguir compitiendo, que es lo que hacen (hacemos) todos.
No es ningún poder en la sombra. Lo vemos actuar constantemente. Con la reciente crisis, lo hemos visto con nitidez perfecta. Otra cosa es que no queramos verlo.
Por cierto, lo de la bondad es al revés. Me parece que es en el comunismo donde se considera el buen comportamiento y, por tanto, se le da todo el poder al líder. Y creo que es en el liberalismo donde se dice lo contrario y, por tanto, debe haber separación de poderes y los políticos deben estar limitados y la economía subordinada al consumidor. Creo, porque supongo que soy muy inocente.
Sí, me temo que sí. En realidad, ambos presuponen que, en último término, va a haber algún tipo de bondad esencial que impida que los más despiadados se aprovechen de las limitaciones y contradicciones del sistema. Evidentemente, esa bondad esencial no es de aplicación a los más despiadadados, que aprovecharán, deformarán y retorcerán el sistema tanto como puedan hasta alcanzar sus objetivos, rompiéndolo en el proceso si es necesario. Y así obtenemos el comunismo estalinista o el capitalismo corporativo o plutocrático. Que es exactamente el sistema en el que estamos viviendo ahora mismo, cada día más.