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El caso Spacey y el empacho de corrección política

En L.A. Confidential Kevin Spacey interpreta a Jack Vincennes, un policía corrupto que conoce toda la basura que esconde Hollywood debajo de la alfombra roja: putas, chaperos, pederastas, orgías, demenciales cirugías estéticas, coca, marihuana... Qué curioso que Spacey, que también seducía a una adolescente en American Beauty, haya acabado siendo protagonista de una de esas páginas de la Babilonia que tan bien retrató Kenneth Anger en dos libros que hablaban a las claras de las orgías de Errol Flynn o Valentino.

| etiquetas: kevin spacey , corrección política , acoso , cine , hollywood , chaperos
  1. Interesantes reflexiones:

    ¿Hasta qué punto estamos llegando a límites de censura exagerados en casos de supuestos abusos sexuales, a una caza de brujas? ¿Es lógico que una cadena se cargue decenas de puestos de trabajo porque un actor diga que (hace nada menos que treinta años) Spacey hizo el imbécil con tres copas de más?

    Pongamos otro caso reciente: el de Harvey Weinstein. También muy grave, efectivamente. Pero es evidente que medio Hollywood lo sabía y lo consentía [...] ¿Y por qué esas mujeres acosadas, entre ellas Gwyneth Paltrow, consintieron durante años y siguieron posando sonrientes con el depredador? Callaron (y muchas aceptaron miles de dólares) para no jugarse sus carreras. Lo de Wenstein es repugnante, pero también aceptar dinero para callar y salvar tu ascenso a la fama.

    Y perdonen la franqueza: si cada vez que tiras los tejos a alguien eres un acosador sexual estamos apañados.

    Igual el viejo Clint Eastwood (otro veterano al que le resbala el qué dirán) tenía razón: “Todo el mundo se está hartando de la corrección política, del peloteo. Estamos en una generación de blandengues; todos se la cogen con papel de fumar”. Puro Harry el sucio.
  2. ¿Spacey seducía a una adolescente en American Beauty, o era al contrario? No lo tengo tan claro.
  3. Parece que tenemos asimilado que para alcanzar los fines,hay que tragar.
    Ahora emerge la puntita de lo que siempre imaginamos.
  4. #1 A ver si lo entendemos de una vez, que esto no es una cuestión de corrección política.
    No es no. Y sugerir sexo en una entrevista de trabajo, es o por lo menos debería ser considerado un delito. Muchas de esas señoras fueron a una entrevista de trabajo, no a buscar una noche alegre.

    No, tener sexo con extraños no es un delito, como tampoco es un delito regalar jamones a extraños. El problema es cuando un jefe le ofrece un puesto a alguien a cambio de sexo o un jamón. El jefe en este caso está en una posición de poder, el potencial empleado no, si además esto se acompaña con amenazas del estilo de "como no me des un jamón/tengamos relaciones sexuales, no vas a hacer una p..... película en tu p.... vida", ya no hablamos de corrección política, sino de acoso y abuso claro y manifiesto. Eso es lo que ha hecho el señor Weinstein y está recogido en grabaciones, poco que objetar a este respecto. Que después haya casos que sean dudosos, o mujeres que se prestaron gustosas a ello, u otras que quizás mienten aprovechando el tirón mediático, eso es otra cosa, pero que hubo víctimas por lo menos en el caso de Weinstein, está sobradamente probado.

    Dejemos de esconder los abusos bajo la corrección política, que son dos cosas que no tienen nada que ver.

    Y un último apunte. Tirar los tejos a alguien en una entrevista de trabajo, siendo jefe o jefa (da igual el sexo de la persona) es como poco, un acto falto de ética y profesionalidad. El ligoteo se deja para otros momentos (tiempo libre), y si de verdad te sientes atraído por esa persona y quieres algo más con ella, espera a conocerla mejor, y no te aproveches de que está en una situación de vulnerabilidad (una entrevista de trabajo), porque así lo único que estás demostrando es que tienes la cara más dura que el cemento y poca consideración hacia la otra persona.
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